Acaba de salir la gran expectación de los juegos de Wii de este año con lo que parece ser más mundos, más estrellas y más sorpresas. Super Mario Galaxy 2 se mete en la ardua empresa de jugar con la gravedad por segunda vez. Esto le obliga a buscar algo que enganche más allá de su nuevo sistema de pantallas, basado en la anteiror entrega en saltos literalmente interplanetarios.
Lo primero que vemos en este juego es un mundillo perdido en el espacio que irá tomando forma a medida que avancemos en el juego. Y una cosa está clara: el juego empieza fuerte. No necesariamente complicado, pero sí fuerte. ¿Recordáis el primer mundo de Super Mario 64? Tenía su Chomp encadenado y un cañón que disparaba desde grandes alturas, pero era básicamente un paseíto, como la primera pantalla de Super Mario World. Pero en cierto modo se parece a este último. Si bien las primeras estrellas no son muy complicadas, podemos ver en menos de tres fases Balas Bill gigantes que salen en manada, cilindros con más precipicio que suelo y una bonita pandilla de enemigos. ¡Y eso sin contar los famosos Marios oscuros!
Hacer una segunda parte de Super Mario Galaxy es complicado. No es crear un New Super Mario Bros., del que todos esperamos más fases de saltos en dos dimensiones y nada más. Pero Super Mario Galaxy se jugó el tipo y buscó hacer algo diferente, sin precedentes. ¿Qué se puede esperar de una segunda parte? Personalmente, creo que sólo se puede pulir la anterior entrega. En caso contrario, muy bien tienen que andar de ideas en Nintendo para poder sorprendernos con más cosas y tener otro as en la manga para la próxima vez. Pero me parece que Mario ganó una ventaja considerable con respecto a los otros plataformas con Super Mario Galaxy, y ahora está cómodo en una primera plaza (otra vez) que tardarán mucho en alcanzar sus rivales, así que entiendo perfectamente que quieran introducir en este juego lo que se quedó fuera del anterior.
También sin haber llegado muy lejos he tenido ocasión de jugar con Yoshi, ese personaje que va hasta en mi cartera, y he de reconocer que me he quedado un poco decepcionado. Me parece que quita más beneficios de los que da, que es lento y que no está bien aprovechado del todo. Si ya era un personaje delicado, al que tratar con mimo antes, ahora casi mucho más, porque me veo más indefenso. Ah, pero eso sí, balancearte por las alturas con su lengua mientras hace sus típicos sonidos es una delicia. Algunos nos contentamos con poco.
En general, hasta el sistema de mundos, que me recuerda a Super Mario World (y a varias entregas anteriores, obviamente), me gusta. 240 estrellas es un bonito reto y el salto al espacio exterior todavía no agobia ni empalaga. Es un juego para disfrutar y experimentar, aunque todavía haya veces que un salto largo en una curva nos dé miedo. Que aproveche.