
Estamos ante un nuevo capítulo de uno de esos creadores del llamado Survival Horror, y sin duda ante un buen capítulo. Tanto si sois seguidores de la serie como si simplemente queréis adentraros en un mundo extraño y aterrador, esta es una buena opción de compra. Vamos a ver sus puntos positivos y negativos, que de todo hay.
¿Qué es para este jugópata un Survival Horror? Es adentrarse en solitario en un ambiente oscuro y opresor, con elementos extraños e inquietantes, con sustos por doquier en forma de bichos/zombies/fantasmas que salen de la oscuridad para intentar acabar contigo de un plumazo. Tu vida corre continuo peligro, y es sin duda tu bien mas preciado. Es fácil perderla y muy difícil alimentarla a base de botiquines, hierbajos o similares. Y un elemento casi siempre común a todos estos juegos desde mi punto de vista: Tienes una linterna. Casi lo único que ves es aquello que llegues a alumbrar con ella.
Silent Hill Homecoming cumple todos estos requisitos. Llevas una linterna y el resto del entorno apenas es visible en la mayor parte de las fases, lo cual al principio fastidia mucho pero es lo que tienen estas cosas. La sensación de claustrofobia, de no saber por donde te pueden venir los palos, es por tanto importante. Ya el primer Silent Hill hacía uso intensivo de la niebla. En aquel 1.999, cuando salió, se le acusó de usar en exceso esta niebla como recurso técnico para tener que dibujar menos elementos en pantalla y así disimular carencias de programación. Verdad o mentira, nunca se supo, pero es un recurso que siguen usando a mansalva en esta entrega cada vez que salimos al exterior. También es una forma de provocar esa ansiedad de no ver ni siquiera hacia donde caminas. En algunas fases interiores, si que ves más el entorno, reducido y claustrofóbico, iluminado por diferentes fuentes como lámparas, velas o “fuegos infernales”. De todas formas, la linterna tendrás que llevarla encendida prácticamente todo el tiempo para poder ver algo.

La esencia jugable de Silent Hill es la de una aventura del corte mas clásico posible. Tienes que resolver algunos puzles y acertijos (no demasiados, aunque algunos te obligarán incluso a pensar), buscar elementos como llaves que te permitan entrar a determinadas habitaciones y conversar con la gente, aunque no demasiado y no influirán demasiado en lo que suceda en el juego salvo en un par de ocasiones, que además afectarán al final que veréis al terminar el juego, habiendo 5 posibles finales según estas decisiones, pero no alterarán el resto del desarrollo de la aventura. Entre puzzle y puzzle, algo de exploración y algunos enemigos bastante torpes, que todo hay que decirlo. A excepción de algunos algo más duros de liquidar y de los jefes finales, prácticamente los puedes liquidar a todos con unos combos del cuchillo que te dan al principio. Dada la escasez de munición para las armas presente en el juego, mas vale que ahorréis la poca que encontréis para los enfrentamientos con los jefes finales. Al resto, una vez cogido el tempo para realizar los combos, basta con repetir la misma secuencia de botones una y otra vez hasta que caigan los malos en cuestión. Por cierto, tampoco hay muchos malos que digamos. Creo que 4 o 5 a lo sumo sin contar los jefes finales.

Poco más que decir sobre esta vuelta a Silent Hill. Es lo que empiezo a llamar un juego de “usar y tirar”. Alquilarlo un fin de semana, pasar las 10 horas aproximadamente que dura la historia y devolverlo. No aporta nada en cuanto a rejugabilidad a no ser que queráis buscar todos los elementos coleccionables, como dibujos y pistolas de suero (botiquines grandes). A mi no es una cosa que me atraiga. He pasado un buen rato con esta aventura, ha llegado a hacerme pasar algún mal momento y me he enganchado a la historia.
También he de reconocer que hay dos elementos que particularmente me crean inquietud en cuanto a las historias de terror, ya sean libros, películas o juegos, como es este caso. A saber: Los payasos y los niños. Y en este juego hay un niño raro, que no habla casi y con una cara de muerto que asusta a cualquiera. Y esto, quiera que no, es un punto a favor a nivel personal para que me haya gustado el juego.