La situación actual de PSP

Antes de comenzar con el artículo en sí, me gustaría hacer unas aclaraciones al respecto. La idea de realizar este análisis (si bien es subjetivo) nació gracias a un comentario que puse en El blog del jugópata (podéis seguir la entrada y el propio comentario en el enlace). En la entrada, mi compañero Dagarin se hacía eco (entre otras cosas interesantes) de la situación que hoy voy a tratar de analizar: la situación actual de PSP.

Primero, quiero decir que no soy ni un analista especializado ni un experto en las complejidades del mercado videojueguil, pero sí soy un aficionado a este mundillo con un mínimo de sentido común y con una capacidad de observación que me permiten formarme una opinión y argumentarla. Usaré un tono serio, porque la situación lo requiere, e intentaré explicar a todos los que queráis leerlo lo que pienso de esta situación, la intentaré desmenuzar en medida de lo posible. Pido perdón de antemano si me extiendo demasiado, cosa que me suele ocurrir cuando hablo de algo que me apasiona. Por supuesto, este artículo refleja mi opinión sobre el caso (no es objetivo y por eso lo englobo en mi sección, Reflexiones de un lobo), cada uno tenemos la nuestra y todas son igualmente válidas, siempre que exista el respeto y la argumentación. Os invito a todos a leer este artículo y después debatirlo en los comentarios, creo que podemos sacar una discusión sana y muy interesante. Vamos allá.

Introducción a la situación que atraviesa PSP

Quisiera aclarar que yo no tengo una PSP, pero sinceramente me parece una gran consola, tanto por su concepto de los videojuegos como por sus capacidades técnicas. Es evidente que, de las dos portátiles en campaña, la pequeña de Sony es la más potente en términos netos, y con mucha diferencia de su rival. Tanto es así, que estas prestaciones se aproximan (no creo que igualen) a las consolas domésticas de la pasada generación. Sabemos que los gráficos no lo son todo, pero influyen lo suyo (quizá más de lo que debieran, pero eso es otro tema) en el éxito de un sistema. Su potencia me parece soberbia para tratarse de una portátil, y eso es una gran baza a su favor.

Por otro lado, mantiene un concepto de consola que engloba lo tradicional (como sistema de juegos) y lo actual (como dispositivo multimedia), todo en uno. Por una parte, se presenta como un sistema de juego dedicado a los jugadores habituales, los que les gusta jugar una gran parte de su tiempo libre, que son muchos. Además, es un aparato multimedia con numerosas funcionalidades agregadas (reproducción de vídeo y música, toma de fotografías, posibilidad de uso como navegador GPS...). Según estas premisas, debería ser un éxito total, una máquina dominante en el mercado, ¿no? Pues no, la situación que atraviesa la consola está muy lejos de la ideal citada.

Mes a mes, comprobamos como las novedades o lanzamientos para la portátil de Sony brillan por su escasez. Si comparamos con su rival, Nintendo DS, la aparición de nuevos títulos es paupérrima (estamos de acuerdo seguramente en que la mayoría de lanzamientos mensuales para la pequeña de Nintendo son de dudosa calidad), viéndose relegados a recopilatorios de clásicos, juegos multiplataforma o franquicias anuales que no pueden faltar a su cita con el mercado. Se echa en falta más movimiento, más novedades, más improvisación, en resumen, más juegos que echarse a la boca, que es de lo que vive cualquier sistema que quiera tener un cierto éxito y lo que queremos los jugadores.

Más triste es comprobar como los anuncios de juegos en desarrollo para esta consola son más bien pocos. Un sistema vive también de la previsión de un futuro bueno, de esos juegos que deslumbran en el horizonte y nos hacen estar pendientes de él, de saber que nos espera algo bueno. En PSP, quitado algunos que llevan muchos meses en desarrollo y todavía no han salido, estos juegos que asoman por el horizonte no existen. En las ferias de videojuegos o en las épocas de anuncio de nuevos desarrollos, la pequeña debe conformarse con poca o cuasi nula representación. Hace un momento le he comentado al compañero Scope131 lo siguiente: es lamentable ver que los lanzamientos de PSP son casi los mismos en número que los de PS2, una consola que ya pertenece a la pasada generación. ¿No nos hace esto pensar que es como si PSP prácticamente fuera una portátil menospreciada o, peor, ya obsoleta?

Seguro que algunos estáis pensando que soy un catastrofista, o que me he vuelto medio loco y no hago más que decir tonterías. Estáis en vuestro derecho, pero os invito a conocer algunos datos y hechos verídicos que he estado recopilando.

Declaraciones y reacciones relacionadas con la situación

Algunas compañías han reaccionado quitándole (o restando) su apoyo a PSP. Bastantes "third parties" no creen en ella, y la cantidad de títulos se ve rebajada o reducida a lo más mediocre que son capaces de ofrecer. Como bien dijo mi compañero Dagarin, se ha creado una situación de desconfianza por parte de ellas hacia la consola, una situación de incertidumbre, añadiría yo. No se ven incentivadas a producir juegos para esta consola, no la tienen en cuenta como debieran. Especialmente conocido es el caso de Ubisoft, con el director Rob Cooper declarando que "Sony necesita enseñarnos más sobre los planes que tiene con la plataforma para convencernos a las empresas y hacer que invirtiamos cantidades de dinero en ella. Especialmente cuando tienes a Nintendo DS vendiendo tanto". Tras esto, bien es sabido que anunciaron que reducirían su apoyo a PSP mientras Sony no hiciese algún movimiento estratégico claro.

Otro caso llamativo es el caso del estudio Ready at Dawn, que pasó de regalar dos de los mejores juegos del catálogo de PSP (God of War: Chains of Olympus y Daxter), a fijar de manera exclusiva (o casi exclusiva) su atención en Wii. El caso está claro: un estudio que produce auténticos juegazos no se puede quedar siempre en una consola que atraviesa una situación tan difícil como PSP, y han decidido "volar" hacia otro nido mucho más lucrativo, donde sus obras obtendrán unas ventas mayores.

Incluso desde la propia Sony han reconocido que la situación es "delicada". En mayo, David Reeves, presidente de Sony Computer Entertainment Europe, declaraba: "Con la mano en el corazón, ¿nos gustaría tener más juegos para PSP? Sí. De verdad que sí". Unas declaraciones que aludían a la escasez de lanzamientos para su portátil. Más tarde, en julio, Jack Tretton, alto directivo de Sony, remarcaba que se encontraban frente a una situación difícil y que confiaban en darle la vuelta. No son muy prometedoras viniendo de la propia compañía, y a fe que a día de hoy no le han dado la vuelta a nada y, al menos por el momento, no hay visos de ello.

En otros datos interesantes, vemos que el número de consolas en el Reino Unido (por ser información muy reciente) se ha doblado con respecto al curso pasado. En las grandes, PS3 y Xbox 360 han aumentado en un millón su parque de consolas, mientras que Wii lo ha hecho en 2 millones y medio. En cuanto a portátiles, Nintendo DS se ha desmarcado ampliando en más de tres millones las consolas establecidas, mientras que PSP se conforma con unas humildes 700.000 unidades más que el año pasado. No está tan mal, podéis pensar. Vale, os digo, pero lo peor son las previsiones: de aquí a fin de año se espera que PSP venda sólo 200.000 unidades, muy por debajo de las previsiones para el resto de consolas, y especialmente distanciado de lo que se espera que venda Nintendo DS en el mismo periodo (más de un millón, seis veces más que su competidora directa). Esto es extensible al resto del mundo excepto en Japón, donde PSP goza de una buena salud en el mercado y muchas semanas supera en ventas a su competidora de doble pantalla.

Creo que con estos datos verídicos basta para ver como la situación no es la más idónea. Vamos a comprobar las causas que, a mi parecer, han llevado a esta situación.

Causantes de la situación

En mi opinión, son básicamente cuatro:

1-El propio catálogo en sí mismo. Es evidente que el catálogo de PSP cuenta con algunas auténticas joyas en su haber (los citados Daxter y God of War, Crisis Core, etc.), juegos llamados a ser verdaderos vendeconsolas desde su propia concepción. Pero le faltan novedades que se sumen a esta élite, que haga depositar esperanzas o que te llamen la atención lo suficiente como para hacerte con la consola. Entre que no las hay o retrasan (hasta el punto de que me pregunte si han desaparecido o no de nuestras vidas) promesas como Gran Turismo Portable o Devil May Cry, por citar dos ejemplos, el tema de nuevos bombazos se ve bastante negro.

Sin embargo, no es lo único respecto al catálogo que ayuda a empeorar la situación. PSP, por su propio concepto, es una especie de PS2 portátil (con muchísimos matices que no voy a entrar a discutir), lo cual no es bueno para la propia consola. Muchos de los títulos que vemos están ya vistos, son entregas de sagas conocidas sin demasiada inspiración original, que pueden hacer pensar que, si has disfrutado de una PS2, PSP posiblemente no tenga mucho que ofrecerte para cambiar de aires. Para colmo, buenos juegos de PSP (se me ocurre el caso de los GTA, pero existen otros) acaban apareciendo para la propia PS2 a precio reducido, con lo cual se acentúa más esa sensación de que no es necesario realizar un desembolso tan importante para muchos como pueda ser embarcarse en la compra de una nueva consola.

2-La publicidad del sistema. No hay mucho que comentar, simplemente brilla por su ausencia. Así como Nintendo nos bombardea por todos los medios que puede con publicidad sobre sus dos plataformas, y también abunda la publicidad sobre juegos o el propio hardware en PS3 o XBox 360, me cuesta muchísimo recordar algún anuncio de juegos para PSP, a excepción del reciente de Buzz. Me cuesta creer que no se les ocurra publicitar la consola para intentar propulsar sus ventas, sería lo primero que cualquiera intentaría hacer. Y eso me hace preguntarme... ¿quizá no la publicitan porque realmente no tienen nada que publicitar?

3-La competencia. La competencia que PSP tiene con Nintendo DS es brutal. No recuerdo una consola que haya tenido competencia (Game Boy no la había tenido, al menos no de forma considerable) y que haya arrasado de la forma en que lo está haciendo la pequeña de Nintendo, ya desde el principio. Estamos de acuerdo en que quizá sean conceptos de juego diferentes (una dedicada más a los jugadores ocasionales, otra a los habituales), si bien son compatibles, pero no es normal que exista tantísima diferencia entre una y otra. No es tema del precio, pues ya está prácticamente igualado (un acierto por parte de Sony), pero sí puede deberse a publicidad (¿quién no conoce la Nintendo DS?), catálogo (desde luego, observamos que el de la doble pantalla es más amplio, con más cantidad), etc. Es evidente que, cuando la gente se va a comprar una portátil, el 90% o más se decanta por la de Nintendo, y eso quita ventas a PSP.

Puede deberse también a enfoque y el objetivo de la consola dentro del mercado, pues no me imagino a los niños más pequeños (que quieran jugar con Pokémon, o con juegos más sencillos), ni a las amas de casa o abuelos (juegos de la Touch Generations y demás) adquiriendo una PSP. Quizá Sony debería haber captado mejor las necesidades del mercado, ampliar más su nicho, y no quedarse estancado en los jugadores habituales (al fin y al cabo, con PS3 sí se han abierto, sin ceder en su planetamiento de máquina para jugadores tradicionales). Ahora parece que intentan rectificar con cosas como Buzz o PlayChapas, pero quién sabe si no será ya demasiado tarde.

4-La piratería. Para mí, el más grande de los males que azota a esta magnífica consola que es PSP. No voy a entrar a dar mi opinión sobre ella, pero sí en qué medida está afectando negativamente a la pequeña de Sony. Todos sabemos lo fácil que es cargar una backup en ella, y cualquiera con un mínimo de conocimientos podría hacerlo sin tocar una sola pieza interna. Estamos de acuerdo en que también se puede hacer en Nintendo DS, pero la mayoría de poseedores de una no lo harán (amas de casa, niños muy pequeños con padres que poco saben de consolas, abuelos, etc.). Mientras tanto, el perfil de usuarios de PSP (gente joven o adulta y versada en esto de los juegos y la informática) lo tiene bien fácil. La gran mayoría de poseedores de una PSP no compran juegos originales, y esto repercute en las ventas de software de una forma bestial.

Por supuesto, por aquí empezamos a entender las reacciones de las compañías, esa desconfianza o incertidumbre respecto a la consola. Si saco un juego en el que invierto dinero y casi nadie lo compra, no pasa nada si es la primera vez. Pero a la segunda vez ya no soy tonto, sé perfectamente que lo van a disfrutar sin pagarme por mi esfuerzo, y obviamente como soy una empresa y mi mayor fin es obtener beneficios, pues pasaré de arriesgarme en un sistema que no me los va a reportar, más habiendo buenas oportunidades de negocio en otra parte. Estoy de acuerdo en que los juegos pueden ser caros, algunas veces no nos llegan traducidos (muy habitual en esta consola), pero con PSP se ha llegado a un extremo de volumen de piratería muy alto, hay que tenerlo en cuenta.

Conclusión y posible futuro

Ya para concluir (al final me he extendido soberanamente y seguro que ya estáis durmiendo la mitad), quiero recalcar que, como hemos podido comprobar, la situación de la pequeña pero potente máquina no es demasiado buena. Estamos ante una situación incómoda, mala para las compañías y para los consumidores y que, en su supuesto más negativo, nos podría llevar a la muerte prematura de un buen sistema de juego más (me acuerdo de Dreamcast).

¿Posibles soluciones válidas? Pues uno no es vidente, y no me gusta jugar a adivinar el futuro, pero algunas medidas se podrían tomar. Primero por parte de Sony, que quizá deba rascarse más el bolsillo para promocionar su sistema, poder nutrirlo con desarrollos first party de calidad, cazar exclusivas de esas importantes o mejorar las condiciones de su producto que puedan incentivar a no incurrir en la piratería (mejor precio para los juegos, traducciones, etc.). Pero seamos francos: es muy difícil que esto suceda. Sony no está para perder dinero, y recuperar PSP es una jugada muy arriesgada y que les puede hacer tener pérdidas severas. Los usuarios también deberían comprometerse más con la causa y actuar si no quieren que este sistema vaya al ostracismo.

A lo lejos, y en forma de incesantes rumores, se habla de un posible nuevo modelo de PSP, con funciones de teléfono móvil incorporadas, para combatir con el iPhone e incentivar las ventas. ¿Es una jugada buena si llega a cumplirse? Sólo el tiempo podrá decirlo.

Espero que hayáis disfrutado de este análisis, se que ha sido muy denso y os doy las gracias de corazón por llegar hasta aquí si lo habéis leído. Recordad que es mi opinión y que tras tanto escribir de un tirón uno puede estar fuera de sus cabales xD. Agradecería que dejaseis la vuestra en los comentarios y así, entre todos, formar un buen debate en el que exponer nuestros puntos de vista sobre el tema.
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